El buen padre de Santiago Díaz. Cuando al cerrar la última página de un libro sientes la necesidad de soltar todos los tacos del mundo mundial, porque el autor ha conseguido despertar esos instintos asesinos que intuyo que todos llevamos dentro y que no afloran porque no se da la circunstancia oportuna, es que estás ante una gran novela, ante una impactante, que se quedará mucho tiempo en tu mente.