Especie
Finales de septiembre. La tranquilidad reina en las oficinas de la Brigada de Policía Judicial de Sevilla, y el Grupo de Homicidios respira tras la última oleada de muertes que sacudió la ciudad. No les dura mucho: una tórrida mañana, Sevilla amanece con tres asesinatos perpetrados en sus calles, a cada cual más retorcido y siniestro. Pero el modus operandi es completamente distinto entre ellos y la inspectora Camino Vargas no puede estar más desorientada. Hasta que descubre el hilo conductor de las muertes y el caso toma un derrotero espeluznante: el asesino está reproduciendo formas de matar animales en la todopoderosa industria cárnica.
Si en Progenie el tema de fondo era la reflexión sobre la maternidad, y con ella, las imposiciones sociales que perduran para las mujeres, en Especie la autora pone el foco en el mundo de las granjas de producción industrial y la forma en que tratamos a los animales. ¿Tenemos derecho a torturarlos desde que nacen solo por el placer de comérnoslos? ¿Es eso lo que quiere decirnos el asesino? Camino y su equipo inician una carrera contrarreloj a través de mataderos, granjas y santuarios de animales mientras toda España se convulsiona con los crímenes de la capital andaluza.
Una novela trepidante con giros y más giros, donde nada será lo que parece ser.